lunes, 30 de marzo de 2009

Verde

Dejaría pasar el tren y así tendría tiempo de leer el periódico, conectarse a su iphone, consultar su correo y acabar de preparar la reunión.
Se sienta en la barra y mira al camarero. Es un muchacho joven, recien levantado. Ya tiene abierto el periódico cuando llega su café.
Recibe un mensaje: Nos vemos? Se toca la nuca despacito y decide que ya contestará. Hay dias en que sus rubias de plástico pasan a un segundo término. Ya no tiene nada que contar.
Se abre la puerta y entra un aire frio. Se da la vuelta fastidiado.
La gente cuando llueve se pone nerviosa sobretodo cuando tienen problemas con el paraguas. Una chica con un bolso verde busca una mesa.
Probablemente debería contestar al mensaje. Pero ahora no le apetece. Hace tiempo que anda queriendo encontrar algo de verdad pero la mayoría son tintes de vanidad y manicura francesa.
Mira hacia la ventana para ver si ha dejado de llover. La chica del bolso verde está pintando en el cristal. Es curioso pero sin maquillaje tiene una cara relajada.Tiene unas manitas pequeñas.
El sigue leyendo. Vuelve a pensar en la reunión y en el viaje de su próxima semana. En seis minutos su tren. Vuelta. Tic, tac, tic, tac
Saca unas monedas se pone de pie y oye un gracias envuelto en un perfume como de sándalo. Es la chica a la que le han traído su café pero el camarero no la ha oído. Ella le ayuda a retirar las tazas.
Tiene la mesa llena de cosas,una barra de cacao, bolis de colores y hasta un sol de plastelina.
Mientras paga los dos cafés sonrie y piensa que hace tiempo que nadie le sorprende. Había perdido la magia del factor sorpresa. Aquel olor lo había transportado al mundo de los abrazos.
y porqué no?
El camarero sonríe cuando le aclara el porqué de la invitación.
Se monta en el tren.Ti-ti-ti-ti-ti
Se ha olvidado del mensaje.

3 comentarios:

Jordi Casanovas dijo...

m'agraden els teus colors...

Carles Casanovas dijo...

A mi m'agrada la teva llum...

Uri dijo...

Verde que te quiero verde...