Es que hoy tengo uno de esos días en los que te sobra el ruido, en los que no te interesan historias que no sean de amor. Esos días en que eres parte del silencio y te escondes debajo de una sonrisa. Esos días que no son grises pero tampoco hace falta ponerle un color.
Es bonito pensar que sigues ahí. Me gusta.
Esos días en que vale la pena mirar por la ventana sin decir nada. Hay que estar. Sin más.