Nunca me había planteado el disminuir la velocidad de pensamientos, acciones y demás tonterias. De hecho tampoco lo había intentado más lejos de alguna meditación o clase de tai-chi. La cosa funciona cuando te obligan y una vez aceptado pues te animas a ver si funciona. Pues qué sorpresa la mía al reconocer que no sólo parece que vivas en un campo de marihuana sino que incluso los olores te invaden el cerebro, los abrazos traspasan el corazón y los párpados se juntan con las pestañas sin querer.
Bueno esto de los ritmos pasa como con las personas. Algunas forman parte del concierto y otras desafinan. Lo que pasa es que no todos siguen la partitura y en ocasiones hay que volver a empezar. Es un tanto frikie la situación de lentitud pero nos vamos acostumbrando. Mi cuerpo sobretodo. A mi cerebro le quedan unos días para llevarse bien con la lentitud y el silencio. Cada uno a su tiempo. Cada cual a su rollo y mientras tanto yo: intento afinarme.
Un besito
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8 comentarios:
Cada temps té el seu ritme i és molt important saber seguir-lo bé. No el perdis.
Molts petons.
Yo, estoy como en una nube de algodon,esperando que el ruido de fondo en mis oidos, no sea audible a orejas ajenas.
Eres el director de orquesta y ya tienes la partitura. A seguir el ritmo sin desafinar y los músicos que se pierdan mejor que vuelvan cuando hayan ensayado o nunca.
tiriririrrrrrrrr tiririiiiiii
(ukelele en alegro)
pues seguid tocando, tus órganos y tu...nuevas melodías...
be water my friend... Ostia! Que me sale el inglés!!!!
Muy lindo tu blog. Felicitaciones y que tengas un año 2011 excelente!!!!!
me encanta ver que pasan cosas sin tener que preocuparme. mientras yo huelo, escucho, miro, me escucho, me miro,... aprender a vivir a 20 es genial y lo que más me gusta es saber llegar a desconectar ese arma destructiva interna que siempre intenta engañarnos: la mente.
un petó
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