Mira que era temprano ¿eh?
No me ha importado, he bajado corriendo las escaleras con un donut en la boca y sin abrochar los zapatos y allí estaba él. Preparado para sumergirse en un mundo de dragones y princesas. Una música soul, un solecito encantador y el mundo desde el otro lado. Esa prespectiva que te llena de energía y de chocolate y babas. ¿Me das lo que necesito caballero de armadura blanda? y sí, ha sido un besote de los de verdad. De los que se dan a las princesas y mientras el rey se rie del mundo de los mayores, sentada en el suelo, me enrosco a él y pienso que quiero quedarme un rato más allí. Trepar por el castillo y bailar con el dragón. Quiero cambiar el cuento. Déjame que me quede.
Sin saberlo todavía, hoy me ha salvado.
Pero ese es otro cuento.
Feliz Sant Jordi
3 comentarios:
i si a sobre és un dia festiu, ja és la hòstia... un besote princesa.
Querida princesa, me dan unas ganas de ser joven... Me tengo que conformar y dar gracias a Dios, (no a tu madre),de lo que tengo.
Carlos hay que vivir el momento.Aceptar que pasa el tiempo y que cada pestañeo vale la pena. Nada de conformismos. Hay que aceptar y reir. Besos mil
Publicar un comentario