Por fin lluvia de la buena de esa que no deja de caer y hace ruido de invierno. Esta vez he tenido suerte y me ha pillado en casa. Con los calcetines puestos, el tazón de colacao y Pretenders. Siempre que llueve escucho la misma música es como el que acaba de comer y se enciende un cigarrito. Tras varios días de ajetreo, comidas, viajes varios esta lluvia es como que pone a todos en su sitio. Te hace volver a casa.
Y cuando te tumbas en el sofá y miras por la ventana y te tapas con esa mantita le das un sorbito al café y vaya...se ha quedado frío. A veces, pasa
1 comentario:
la mateixa pluja que et dóna l'excusa perfecta per deixar alguna feina per demà.
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