domingo, 2 de mayo de 2010

Domingos

Los domingos no dejan de ser domingos. No acabo de pillarles el truco ni puedo entenderlos. Lo que sí tengo claro es que te levantas diferente y hagas lo que hagas la sensación de domingo te puede. Me gustaría poder hablar con ellos y pedirles que me dejaran en paz y que pudiera ser yo sin pensar en ellos. Es que quiero que me gusten, como los espárragos que tampoco acabo de pillarles el sabor aunque me encantaría. Voy a darles una oportunidad de convertirse en otro día a ver si así acaban gustándome.

5 comentarios:

Avatar Nuriki dijo...

hay domingos que te sorprenden

Uri dijo...

Deja el curro y verás que los domingos pasan a ser otra onda.

tena dijo...

y además es irónico, la mayoría pasamos toda la semana esperando el fin de semana (eso implica un domingo) y cuando llega el domingo con su mañana y peor aún, la tarde, sólo hacemos que esperar a que acabe pronto...
yo tampoco se muy bien cómo usar mis domingos.

BLUEKITTY dijo...

Si tenés la posibilidad de que los domingos sean días de silencio, descanso con una nueva actividad agregada fuera de la rutina, creeme que luego estarás la semana entera esperando por ellos.

Thalía Tumes dijo...

Domingo el día dónde todo es diáfano y extrañamente pesa, como las piedras.