martes, 18 de diciembre de 2007

Tú que llegaste por casualidad

Maravillosos momentos de agarrarme a tú chaqueta de bolitas para navegar por el silencio y simplemente volar y dejarlo todo sin pensar en regresar. Cerrando los ojos para que sea lo que sea valga la pena. Un instante, una resaca de minutos, un nos vemos. Cansada de buscarte entre los dias pienso que nada tenemos en común, ni siquiera la mirada, nada queremos igual ni siquiera el destino, nada soñamos para el mañana ni siquiera un despertar, pero qué bonito el pensar que al menos uno de los dos piensa en el otro.

PD: El síndrome pre-menstrual da mucho juego

1 comentario:

Jordi Casanovas dijo...

tan bonic que t'havia quedat!